Climatología.
Las dos últimas semanas, se han caracterizado por temperaturas frescas en las primeras horas del día, oscilando entre 7 y 15ºC y temperaturas altas en las horas centrales, del orden de 20 a 28ºC.
No ha llovido en todo este tiempo en ninguna de las provincias de la región.
Los vientos han sido flojos entre 9 y 18 km/h.
Todo esto ha hecho que la mayoría de los árboles no hayan empezado todavía a tirar la hoja.
Cosecha y estado del cultivo.
Las labores de recolección de almendras ya han finalizado en todas las provincias de Castilla-La Mancha. En Cuenca, que es la más retrasada, la semana pasada se recolectaron las últimas parcelas de variedades de maduración tardía como Marinada.
La almendra recogida estas últimas semanas, está en proceso de secado por parte del agricultor antes de ser entregada a los almacenes de recepción.
Se confirma que este año la cosecha ha sido, por lo general, de gran calidad, con grano de buen tamaño y mayor calibre que la campaña pasada.
Por el contrario, los rendimientos están siendo menores en todas las variedades, con un descenso de 2 a 4 puntos respecto al año pasado.
Este año, debido a la gran incidencia de mancha ocre en la mayoría de las plantaciones, se puede ver que los árboles afectados, han sufrido una fuerte defoliación, tanto, que en algunas parcelas al ser vibrados los árboles para su recolección, caía tal cantidad de hoja que se atascaban las peladoras.
Observaciones de interés.
Tras la recolección de los frutos, el árbol necesita recuperarse de su esfuerzo productivo y sintetizar y guardar hidratos de carbono que serán utilizados para la brotación y floración de la primavera siguiente. También se sintetizan las proteínas necesarias para el reposo invernal.
Por tanto, antes de que se produzca el reposo vegetativo, es el momento óptimo de realizar los tratamientos encaminados a corregir las posibles carencias de microelementos y boro.
También es el momento de ir planificando el abonado de otoño, basándonos en los resultados del análisis foliar, que previamente deberíamos haber hecho en julio.
En algunas plantaciones ya se ha iniciado la poda de invierno, aunque lo ideal es realizarla en parada vegetativa (de noviembre a febrero). En plantaciones muy afectadas de monilia, es conveniente hacerla cuando todavía tienen hoja, ya que así es más fácil identificar las ramas y brotes que tienen que ser eliminados.